lunes, 27 de diciembre de 2010

Presentación

Tengo cuarenta y cinco años. Cursé mi secundaria hace más de treinta y recuerdo con tanta claridad varias anécdotas, hechos y eventos. Las situaciones de riesgo escolar siempre han existido. Bueno, ese "siempre" lo delimito en el espacio temporal que me ha tocado vivir. Claro que estas situaciones no eran tan delicadas o "extremas" como están manifestándose en estos tiempos en este país que es México y en esta región como lo es Michoacán.

El contexto social, económico y cultural ha cambiado enormemente también. La responsabilidad docente y el concepto de "familia" eran más destacados hace años: Las situaciones políticas -a pesar de su dudosa continuidad- más estables, y las influencias venidas de otros países y manejadas inmoralmente por los medios de comunicación... la delincuencia organizada no tenía el enorme poder omnipresente que ahora tiene, el magisterio no estaba envenenado con sus ansias de poder y estabilidad intestina despreocupándose de los retos vigentes y, las familias en general aún podían mostrar un poco de cohesión.


Bullying, drogas, uso de alcohol y tabaco, un pandillerismo ingenuo, embarazos precoces, accidentes (algunos mortales) son situaciones que bien recuerdo claramente... pero eran -en mi escuela- mas bien casos excepcionales. Ocurrían de vez en cuando, y cuando se daban se generaba una alarma que marcaba de inmediato un cambio de conciencia... Y recuerdo bien que mis antiguos profesores enfrentaban la situación (según mi percepción).

Quince años después yo mismo comencé a trabajar como docente. Y lo que me esperaba en esa escuela me sorprendió: Abusos psicológicos de docentes para con los alumnos, abandono escolar exagerado (por diversas causas, entre ellas el "irse con el novio"), padres ausentes por migración, y familiares involucrados en el narco fueron algunas de las situaciones más comunes. En otro nivel más callado, pude darme cuenta de abusos sexuales incestuosos... Pero era ese distanciamiento y falta de visión del colectivo que trabajaba en la escuela lo que más me molestaba. El aislamiento inmoral de solo preocuparse por lo "evidente y en la clase propia" era el común.

Y pasaron otros quince años, y se me dio la oportunidad de trabajar en una escuela de formación de docentes y justo con este curso de Atención Educativa a Adolescentes en Situaciones de Riesgo tuve la oportunidad de discutir y analizar con mis jóvenes alumnos estas situaciones... con el fin que tengan una percepción más aguda y sepan distinguir a adolescentes de secundaria que podrían estar sufriendo, y ofrecerles una ayuda humana y una posibilidad de defenderse al menos.

José Zavala Zavala
Magíster en Gestión de la Educación
Morelia, Michoacán Diciembre 2010

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