El 30 de noviembre de 2011, Guillermo Beaven Ríos, un apreaciado alumno mío falleció de un inesperado problema de salud.
Amante de la música, de los idiomas, un ser empático y sensible que, además tuvo el detalle de querer conocerme como persona más allá de mi dimensión docente son solo algunas de las cualidades de este joven muchacho.
Pues desde este espacio le ofrezco un reconocimiento a él, tan interesado en bloggear algún día sus temas de estudio como sus intereses literarios.
Con cariño, tu profesor y amigo Zavala
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